Bye, bye, Teodomiro

Ya tenemos todos los cacharros nacesarios para comenzar la matanza, perdón, el comentario.
  • He leído hasta la saciedad el texto (algunos sólo lo hemos leído una vez, ja, ja)
  • Lo he pintado, subrayado, graffiteado, tachado, tirado a la basura... Prefiero a Fernando Alonso. Bueno, vamos.
  • Lo he clasificado (en terminología histórica). Ustedes dirían "he hecho una taxonomía". Bueno, así dicho también queda bonito.
  • Le he puesto un título (idea principal) y he sabido extaer otras cosas que dice. ¡Qué listo que soy!
Y ahora EL COMENTARIO. ¿Más todavía? ¿Pero no lo hemos comentado ya? Pues no, ahora empieza lo bueno, lo demás ha sido el entrenamiento, el calentamiento, el traer el guarro a la mesa del matarife.
Vamos a comentar un texto, muchachos. ¡Qué bien que mi profesor me lleva de excursión!
Un poco en serio. Todo lo anterior me pone en disposición de entender el texto, de saber que dice y porque lo dice. Pero qué significación histórica tiene el texto, que aportaciones hace a la Historia de España, ¿me ayuda a comprender mejor el contexto histórico en el que se desenvuelve?, a partir del texto ¿soy capaz de explicar ese dichoso contexto?
Esto es lo que vamos a intentar. Primero, explicamos brevemente el contexto, después profundizamos en la etapa histórica (y siempre referenciamos todo lo que escribamos al texto).
  • Este texto se ubica en el momento en que los musulmanes conquistan la Península Ibérica. Este fenómeno responde a causas externas e internas. Entre las primeras destaca sobre todas las demás la capacidad expansiva del Islam que, desde sus inicios en la década de los treinta del siglo VII hasta el año 711 que nos ocupa, se ha extendido desde el Indo hasta el Estrecho de Gibraltar. Sobre las segundas (causas internas) debemos mencionar las divisiones internas y los continuos conflictos entre facciones derivados de la lucha por el poder (monarquía electiva), lo que además incidía en una separación entre las élites de poder (nobleza) y el resto de la población (campesinos), harta del caos y la inseguridad reinantes.
  • Partiendo de los dos precedentes (fuerza expansiva del Islam y división interna entre los hispanovisigodos) es perfectamente comprensible la rapidez con que se produjo la conquista musulmana de la Península Ibérica (entre el 711 y el 716 dominaron todo el territorio peninsular) derivada de la escasa resistencia de la población, tanto la campesina (indiferente) como la noble (deseosa de conservar sus privilegios o posesiones bajo los nuevos conquistadores).
  • Este último aspecto nos pone en contacto con las diversas formas bajo las que se desenvuelve la conquista musulmana: enfrentamiento militar directo o, más usualmente, la Capitulación y el Pacto entre conquistadores y conquistados. Precisamente el texto analizado responde a este último mecanismo: un noble visigodo, Teodomiro, capitula y llega a un pacto con el conquistador, Abd al-Aziz. En dicho Pacto se contemplan las cláusulas que deben respetar cada uno de los firmantes.
  • La evolución posterior de la Península bajo dominio musulmán es bien conocida de todos: diversas etapas (emirato dependiente, emirato independiente, califato, reinos de taifas e invasiones almorávide y almohade), constantes dificultades para asentar un poder coherente y centralizado (sólo conseguido de forma casi total durante Abd al-Rahmán III), nacimiento y consolidación de una frontera con los reinos cristianos del norte (estable en un principio, para evolucionar tras la caída del Califato a un avance cristiano sin vuelta atrás) y estructuración socioeconómica derivada de la típica musulmana (importancia urbana, revitalización comercial dentro de los circuitos de intercambio musulmanes, agricultura diversificada, diversidad étnica y cultural, tolerancia para con las religiones del libro).
Bueno, hasta aquí hemos desmenuzado el texto de Teodomiro. Comenzaremos ahora con otro texto. Decidme cuál.

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